Se acerca la temporada de fin de año y automáticamente pensamos en tomarnos un descanso: una escapada a la playa, visitar familiares y amigos en otra ciudad o incluso ir de campamento con los amigos. El objetivo, por supuesto, es disfrutar al máximo la oportunidad de salir, conocer, pasear y convivir, pero no debemos olvidar al amigo que nos va a llevar a todos esos lugares: nuestro vehículo.
Al viajar en carretera hay riesgos imprevistos que muchas veces no se pueden evitar, como bloqueos, encharcamientos, baches, tramos en reparación o accidentes ocasionados por unidades de transporte público descuidadas o conductores temerarios e irresponsables que manejan a altas velocidades. Lo que sí podemos prevenir es cómo reaccionar ante esos incidentes de riesgo.
Lo más importante es realizar una inspección de ciertos puntos del auto antes de salir a carretera, para asegurarnos de que el vehículo responderá bien sin importar si debemos frenar bruscamente, si cruzamos una zona de lluvia intensa o si el tráfico eleva la temperatura del motor. Esta revisión puede realizarse en casa, en una agencia de servicio especializado o incluso en una gasolinera, donde los despachadores suelen ser amables y saben cómo revisar los niveles de aceite, agua o aire de las llantas.
Si su servicio de mantenimiento está cercano, pero por el recorrido rebasará el kilometraje recomendado, es recomendable llevar el carro antes del viaje, para que ya esté listo con filtros y lubricantes nuevos, así como revisiones de niveles, frenos y llantas.
Ahora, toma nota de los puntos a revisar:
1. Limpiaparabrisas
Es muy importante que las gomas de los limpiaparabrisas se encuentren en buen estado, pues en caso de lluvia intensa podrían hacer la diferencia entre una visión nítida y una borrosa, ocasionada por el exceso de agua en el cristal. Las gomas no deben estar secas ni quebradas. Lo mejor es probarlas echando agua al cristal y encendiendo los limpiaparabrisas para constatar que pueden limpiar el agua bien y rápidamente.
2. Luces
Todo el sistema de luces debe funcionar en un auto que sale a carretera, empezando por las luces de frenado y las direccionales, hasta los cuartos, las luces bajas, las altas y los faros de niebla. Dar por sentado que no se necesitan ciertas luces podría ponernos en riesgo; por ejemplo, si salimos de día, pero en un tramo de la carretera llueve y las luces frontales no funcionan, es posible que los camiones no distingan bien nuestro auto en los espejos retrovisores, por lo que podrían hacer una maniobra de cambio de carril que nos ocasione un accidente.
3. Llantas
Es importante checar dos cosas: que la presión de aire sea la adecuada y que no haya objetos clavados en el neumático. Las llantas suelen expandir su tamaño por el calor del rodaje en carretera, por lo que un clavo atorado podría fácilmente salirse y dejar expuesto el hueco, provocando que la llanta se desinfle abruptamente o que reviente; ambos escenarios podrían ser catastróficos.
Para saber cuál es la presión de aire correcta para las llantas, debe consultar la placa en la puerta del conductor o en el marco de la puerta, el manual del propietario del vehículo o el sitio web del fabricante de las llantas, especialmente si se cambió el tamaño original de los neumáticos.
4. Frenos
Si al frenar escuchas un chirrido o sientes que el vehículo tarda en responder, será mejor llevarlo a revisión. Una falla de los frenos en carretera podría ser fatal. Las pastillas de los frenos deberían cambiarse cada 45000 km aproximadamente, consulta con tu mecánico de confianza si tu auto necesita este cambio o todavía no.
5. Dirección
Es importante asegurarnos de que el auto siempre responderá correctamente cuando lo necesitamos, ya sea en tramos rectos largos, o en curvas continuas. La dirección puede dañarse cuando pasamos sobre baches o topes rápidamente y sin frenar, por lo que siempre es recomendable asegurarse de que no hubo afectaciones. Una prueba simple es soltar el volante unos segundos, mientras manejamos en un tramo recto y sin tránsito; si el auto no se desvía hacia un lado, la dirección funciona bien, pero si notas que el auto se desvía, será mejor llevarlo a revisar.
6. Amortiguadores
Los amortiguadores en buen estado resistirán mejor ante los baches, levantamientos de asfalto o caminos empedrados, haciendo que la experiencia de viaje sea más suave. Los expertos recomiendan revisar los amortiguadores del vehículo cada 20000 kilómetros y reemplazarlos cada 80000 km.
7. Niveles de aceite, líquido de frenos, anticongelante y agua
Es hora de abrir el cofre. Estos cuatro elementos pueden marcar la diferencia entre un coche en buen estado y uno que se queda detenido para porque se desbieló. Los recipientes de agua, anticongelante y líquido de frenos suelen ser de color blanco, por lo que es posible comprobar el nivel sin necesidad de abrirlos; si están muy bajos, será necesario rellenarlos para asegurar que no se necesitan a medias. Para el aceite, es necesario esperar al menos una hora (preferiblemente toda la noche) para que todo el aceite esté en el depósito y podamos tener una lectura real. Retirar la varilla que cubre el receptáculo del aceite, limpiarla con un paño, introducirla y volver a sacarla para comprobar si el nivel está donde marca el indicador, o si es necesario añadir más aceite. También es necesario comprobar si el color del líquido es el adecuado o si ya tiene un aspecto muy opaco, como si se hubiera quemado.
Es importante también revisar que no haya fugas de estos líquidos, lo cual puede verificarse si, después de un tiempo estacionado, al momento de mover el coche no hay goteo en suelo justo donde estaba el motor. Si perciben que hay un pequeño charco fresco de aceite u otro líquido, será mejor llevar el auto a revisión.
8. Gasolina
Aunque la distancia a recorrer sea corta, siempre se recomienda llenar el tanque antes de salir. Un imprevisto, como un bloqueo o tráfico intenso, provocaría que el motor consuma más gasolina y podría vaciar el tanque, si es que no se llenó lo suficiente.
Algunos aditivos o tratamientos para el motor, como el Tratamiento Multiusos de Sea Foam, ayudan a mantener la gasolina en buen estado y a optimizar su funcionamiento y duración.
9. Cuidados adicionales
Finalmente, hay que tomar en cuenta otros puntos que podrían hacer el viaje más seguro y placentero, incluyendo el buen funcionamiento de los seguros y las ventanas, los cinturones de seguridad, el aire acondicionado, el estéreo y hasta el bluetooth, en caso de querer vincular el celular con el mapa de la ruta a seguir.
Para prevenir que las temperaturas extremas, el largo recorrido y los sedimentos que pudieran haberse acumulado en los sistemas de combustible y lubricación nos hagan una mala jugada, recomendamos utilizar el Tratamiento Multiusos antes del viaje. Este se debe aplicar tanto en el tanque de combustible cuando se cargue gasolina, para limpiar los inyectores, válvulas y cilindros, como en el recipiente de aceite del motor, para limpiar los ductos, remover residuos dañinos y brindar una mejor lubricación. Recordemos que un motor bien lubricado reduce el consumo de combustible, contamina menos y protege el motor en condiciones extremas.
Si tu carro no es nuevo y ya tiene más de 120,000 km recorridos, se recomienda el mismo cuidado preventivo, pero con el Tratamiento Multiusos para Alto Kilometraje.
De hecho, es incluso recomendable llevar al viaje una botella adicional del tratamiento si el recorrido es largo, para agregarlo al tanque de combustible posteriormente y mantener el sistema limpio y libre de problemas para poder disfrutar del viaje sin preocupaciones.
Ahora ya están listos para salir a carretera. Conduzcan con precaución. Y recuerden: al cuidar su carro, se cuidan ustedes y cuidan a tus acompañantes.
Sobre el autor: Paul Quist es vicepresidente de Ventas en Sea Foam International, empresa fabricante de tratamientos para el cuidado de los motores a gasolina y diésel.