Se dice que un vehículo no es una inversión porque va perdiendo su valor con el uso. Sin embargo, un automóvil ofrece el servicio de transporte personal, familiar o de trabajo en el momento que sea, con toda la comodidad, seguridad y rapidez. Para mantener el balance entre el rendimiento y el valor del vehículo, es importante procurar un buen cuidado y mantenimiento del mismo.
“La primera impresión que se tiene de un vehículo es la visual”, comenta Paul Quist, director de Ventas Internacionales de Sea Foam, empresa fabricante de tratamientos para el cuidado del motor. “Un vehículo limpio y brillante por dentro y por fuera, sin detalles que evidencien un maltrato, siempre será mucho más atractivo, no solo a la vista, sino que indica que el propietario se preocupa por tenerlo en buen estado”, dijo.
Para lograr esta buena impresión, se recomienda el lavado periódico y la aplicación de cera al menos un par de veces al año para mantener la pintura en buen estado, así como el uso de productos de protección para los componentes plásticos. Por dentro, el especialista de Sea Foam aconseja el lavado de vestiduras cada seis meses, debido a lo inevitable del polvo y suciedad en el ambiente, así como las manchas ocasionadas por el uso cotidiano; también se recomienda el uso de productos para mantener plásticos y vestiduras de piel en buen estado.
Una vez que se pasa la prueba visual, es momento de revisar los componentes técnicos y mecánicos. “Mantener un registro completo de los servicios de mantenimiento es la evidencia del cuidado constante que se ha tenido, y si el mantenimiento se ha realizado en los tiempos indicados por el fabricante, lo más probable es que el auto esté en buen estado general, siendo éste un argumento contundente en caso de querer vender el vehículo a un buen precio”, dice Paul Quist.
Si bien, los servicios de agencia pueden ser convenientes mientras se tiene la garantía, una vez que expira la garantía pueden realizarse las verificaciones periódicas en talleres de confianza que entreguen facturas y notas de garantía para mostrar que el servicio se ha hecho en tiempo y forma, aunque ya no sea de la agencia que vendió el vehículo.
Si hubo alguna reparación mayor o se requirió una compostura por accidente es conveniente tener la documentación que demuestre que se reparó de la mejor manera, así como la garantía que ofrezcan los talleres sobre estas reparaciones. “No se trata de esconder las cosas para mantener el precio del automóvil, si la reparación está bien hecha no debe haber consecuencias”, comenta Quist.
Finalmente, no hay que olvidar la atención de los componentes que no se ven, pero son esenciales para el buen funcionamiento del vehículo y, por ende, para mantener su valor.
Como parte de un cuidado constante del autómovil, el experto de Sea Foam recomienda el uso de aditivos y tratamientos que mantengan el funcionamiento óptimo del vehículo, desde la limpieza periódica de inyectores para mantener la mayor eficiencia en consumo, así como tratamientos para los sistemas de combustible, aceite, transmisión, dirección, etc., los cuales permiten que el vehículo siga teniendo un funcionamiento óptimo, suave y eficiente aún con el paso del tiempo, ayudando a proporcionar una vida útil más larga. “Esto beneficia tanto al propietario actual como a futuros propietarios que pudiera tener”, explica el directivo de Sea Foam.
Quist destacó que los aditivos deberían derivarse íntegramente del petróleo: “A muchos de ellos se les añaden productos químicos agresivos. Los aditivos de primera calidad siempre se derivarán estrictamente del petróleo”.
Seleccionando los mejores productos para el cuidado
Sea Foam ofrece una variedad de tratamientos de alta calidad dirigidos precisamente a la limpieza y funcionamiento óptimo de los sistemas del vehículo, como el Limpiador de Inyectores, que se vierte directamente en el tanque y mantiene limpios los conductos e inyectores.
El Tratamiento Multiusos, y su versión de Alto Kilometraje para vehículos con más de 120,000 km, mantiene libre de residuos el tanque y los ductos, controla la humedad del combustible y limpia los inyectores y las partes altas del motor; si se vierte en el depósito de aceite del motor elimina las resinas y barnices que se forman, permitiendo la circulación del aceite para lubricar todas las partes internas del motor.
Trans Tune, tratamiento para las transmisiones automáticas y direcciones hidráulicas, ayuda a disolver goma y barniz, limpia, lubrica, controla la humedad y permite que la transmisión trabaje con mayor suavidad, alargando su duración.
Y para los vehículos con inyección directa de combustible se recomienda aplicar una vez por año el Sea Foam Spray para asegurar que el motor y los cilindros estén limpios, y que su funcionamiento sea óptimo en todo momento.
“La utilización de tratamientos de alta calidad no solamente mantiene un mejor valor del vehículo, sino un funcionamiento óptimo de sus sistemas, lo que aumenta su eficiencia, confiabilidad y durabilidad a lo largo de los años”, finaliza el experto.
Utilizando los tratamientos de Sea Foam, los vehículos funcionan mejor y duran más.