Por: Francisco Dimas, Gerente de Ventas Internacionales de Sea Foam
En México el parque vehicular de motocicletas ha crecido de manera exponencial durante el siglo XXI. Según los datos oficiales, en el año 2000 se tenían registradas alrededor de 300 mil motocicletas en el país, y para el 2016 ya eran casi 3 millones. A la fecha suman más de 4 millones; tan solo en el 2021 se vendieron casi 600 mil motos nuevas.
Hay muchos factores que impulsaron esto, por un lado, es una alternativa mucho más económica en costos de adquisición y mantenimiento, así como en consumo, comparada con un automóvil, si va a ser usada por una sola persona. Esto fue aprovechado por marcas que comercializan motocicletas realmente económicas para transporte simple o para el trabajo, en comparación con las opciones mucho más grandes y sofisticadas de las grandes marcas, que tienden a ser más recreativas que de trabajo.
Y, por otro lado, es más fácil escurrirse en medio del pesado tráfico –ya sea en horas pico o debido a algún percance o problema–, por lo que han sido ampliamente utilizadas por servicios de mensajería, técnicos que realizan servicios a domicilio, cobranzas, entregas, y, más recientemente, todas las aplicaciones de entregas de comida, compras, etc.
Esto ha dado problemas a las ciudades del país ya que, a pesar de su reducido tamaño comparado con autos y camionetas, en conjunto suman un volumen considerable que ocupan espacio en calles, avenidas y vías rápidas; se han multiplicado los accidentes por la falta de pericia de la gran mayoría de sus conductores, y también la contaminación porque, aunque individualmente consumen poco, en conjunto representan también ya un gran volumen de consumo de combustible.
Obviamente, esto las puso en la mira de las autoridades medioambientales, porque no existían normas de ningún tipo sobre seguridad y emisiones para estos vehículos, y una de las crisis de contingencia en la Ciudad de México en 2017 hizo que se comenzara a considerar que las motocicletas también fueran verificadas periódicamente, ya que son otra fuente importante de emisiones de CO2.
Sin embargo, en la Norma Oficial Mexicana para la Verificación Vehicular (que aplica en la Ciudad de México y Estados adyacentes, conocido como “Megalópolis”), publicada el 4 de septiembre de 2017, se exenta a todas las motocicletas de menos de 400cc, es decir, la inmensa mayoría. Así que son pocas las motocicletas que deben cumplir con el requisito —una razón más para que el parque siga aumentando.
Ya sea que ustedes tengan que verificar su moto, o no, es importante mantenerla en buen estado para que emita menos emisiones, ofreciendo un mejor manejo y menor consumo de combustible y que tenga una mayor vida útil. La utilización regular de algunos productos y tratamientos permite conservar el motor y el sistema de combustible de las motocicletas libres de esa suciedad que provoca un funcionamiento deficiente, mayor consumo y mayor contaminación; además de que se alargará la duración del motor y lo mantendrá protegido en los periodos de almacenamiento. Y, ¿por qué no?, algunos productos ayudan a mantener las motos bellas por fuera, también.
Los tratamientos multiusos estabilizan el combustible en el tanque, ayudan a evitar la evaporación, añaden lubricidad de protección al sistema de combustible y previenen la formación de goma y barnices en el sistema. Solo una cantidad media (una tercera parte del contenido de una lata), antes de llenar el tanque, ayuda a limpiar la parte superior del motor, incluyendo las válvulas y la cámara de combustión. Para el caso de las motocicletas recreativas que se guardan por temporadas, es bueno utilizar este tipo de tratamientos en la última corrida que se haga antes de guardarla, para que éste quede en todo el sistema de combustible, esto ayuda a proteger mejor el sistema y sirve hasta para 2 años de almacenamiento.
En el caso de motocicletas cuyo motor tenga mucha carbonización por largo tiempo de uso, se pueden utilizar aerosoles de la misma manera que se utiliza en los autos: se destapa la entrada de aire del motor en donde está la mariposa y con ayuda del tubo de limpieza se vacía la lata mientras el motor está funcionando para que realice una limpieza completa del sistema de admisión, válvulas y cámara de combustión, y previene contra la corrosión. Es importante destacar que este tratamiento no daña los motores ya que está hecho de petróleo.
Y aunque mantener el motor en buen estado es importante, conservar impecable toda la máquina también lo es. Para embellecer las motos pueden usar soluciones de limpieza, ya que además de lubricar diversas partes metálicas en el exterior, como la misma cadena, disuelve la acumulación de suciedad y desplaza la humedad. Para las partes plásticas como el carenado, asiento, tablero y tanque de la moto, también forma una capa de protección contra las inclemencias del tiempo y el sol, así como protección si va a permanecer almacenada por un tiempo largo.