Uno de los problemas más importantes de un motor sucio, y que le impide pasar una verificación de emisiones, es cuando lanza a la atmósfera combustible sin quemar. Y además de las emisiones a la atmósfera, un vehículo que no quema el combustible eficientemente no tiene un buen funcionamiento.
Con el uso a lo largo de los años, se van acumulando en los motores residuos carbonizados en las partes superiores, sobre todo en las válvulas de admisión, interior de los cilindros y los inyectores. Uno de los síntomas es que el auto emite humo por el escape, rinde menos potencia y tiene emisiones de hidrocarburos no quemados, lo cual se detecta al momento de realizar una verificación de emisiones; por supuesto, el auto será rechazado porque no cumple con las normas.
Esto es especialmente importante en los vehículos con motores de inyección directa de combustible (en los que la gasolina se inyecta directo al cilindro y no detrás de las válvulas de admisión) ya que la gasolina funge como limpiador de los depósitos en las válvulas, pero como no hay gasolina en esa zona, no hay un agente que realice la limpieza y los depósitos se pueden acumular con mayor rapidez, limitando la apertura correcta de las válvulas, el paso del aire al cilindro y hasta la compresión del motor.
Para hacer una limpieza de las partes altas del motor se puede hacer de dos maneras: una, desarmando el motor para limpiar las válvulas, conductos, cabezas y el interior de los cilindros, que toma mucho tiempo y mucha mano de obra. O bien a través de un tratamiento que actúe directamente sobre todas esas partes y retire rápidamente los sedimentos acumulados que impiden el buen desempeño de nuestro motor.
Desde luego el tratamiento para estas cuestiones no es tan simple como vaciar una botella en el tanque de combustible, pero para quienes no les guste meterle la mano al motor de su auto o no sepan cómo se puede realizar la aplicación de manera correcta y segura, se puede pedir la asistencia de su taller de confianza para la aplicación. Lo importante es que se utilicen productos de buena calidad que no afecten al motor y sus partes, el catalizador y en general el funcionamiento del motor.
En motores que no sean de inyección directa, existen en el mercado productos que pueden realizar al menos en parte esta limpieza del motor usándolo regularmente, ya que al llegar con la gasolina detrás de las válvulas de admisión puede retirar la carbonización acumulada en estas, así como limpieza dentro de los cilindros. Es el caso del Tratamiento Multiusos Sea Foam para bajo o alto kilometraje.
Pero en el caso de motores de inyección directa, o para realizar una limpieza completa del motor después de muchos kilómetros en los que utilizan inyección de combustible a puertos, se requiere un tratamiento específico para una limpieza completa de las partes superiores del motor, limpiando las válvulas y los depósitos en la cámara de combustión, como el Aerosol Sea Foam. Este tratamiento es exclusivo para motores de gasolina, de 2 o 4 tiempos; con sistemas de inyección o carburador; de aspiración natural o con turbo, pero no debe utilizarse en motores a diésel.
Se recomienda utilizar este producto unos días antes de llevar el vehículo a realizar la verificación de gases de escape, ya que la limpieza de las partes superiores del motor dará una mayor eficiencia y se evitarán los hidrocarburos no quemados entre los gases de salida, por lo que podrá pasar la verificación más fácilmente, al menos por problemas que pudieran derivarse de acumulación de residuos en válvulas y dentro de los cilindros.
¿Cómo aplicar el Aerosol Sea Foam?
El producto incluye un delgado tubo de limpieza y guía de gancho que se inserta en la entrada del aire al motor para que la aplicación del producto sea fácil y correcta. Para quienes quieran realizar por sí mismos la aplicación estos son los pasos a seguir para hacerlo de manera correcta y segura.
Primero hay que encender el motor unos minutos para que llegue a su temperatura normal de funcionamiento. Luego se apaga y se debe desmontar la cubierta de admisión del tubo de entrada de aire hacia el motor y en ese lugar se debe insertar el tubo de limpieza del producto para que entre directo hacia la mariposa que regula el paso del aire y de ahí vaya hacia todos los cilindros. Se vuelva a colocar la cubierta del tubo de entrada de aire del motor sin quitar el tubo de limpieza.
Con ayuda de otra persona, hay que encender el motor y mantenerlo girando a 2000 revoluciones por minuto de manera constante mientras se aplica todo el contenido del tratamiento en aerosol de Sea Foam, aproximadamente 7 minutos. Es importante que no se vaya a rociar directamente el sensor de flujo de aire. Cuando se termine se apaga el motor y se deja 10 minutos con el producto haciendo su trabajo, mientras se retira el tubo de limpieza y se vuelve a colocar el tubo de entrada de aire hacia el motor con todos sus aditamentos.
Posteriormente hay que salir a conducir el vehículo a bajas velocidades durante otros 10 minutos con algunas aceleraciones fuertes para que se vayan quemando los residuos de hidrocarburos.
El Aerosol Sea Foam utiliza una mezcla de ingredientes de petróleo para limpiar y lubricar el motor, y no contiene detergentes dañinos o químicos abrasivos, por lo que es seguro de usar en los motores de gasolina, no daña sensores ni el convertidor catalítico.