Expertos en el cuidado de los motores, Sea Foam ofrece también algunos consejos para mejorar la experiencia de manejo en condiciones cambiantes y retadoras, como las que se presentan al manejar bajo la lluvia.
La lluvia es imprescindible para el ciclo de la vida en el planeta pues sin ella no habría manera de sostener la vida sobre la tierra. Pero, durante la temporada de lluvias en el verano y parte del otoño, la cantidad de agua que se genera por los huracanes y depresiones tropicales puede provocar grandes daños, no solo a los cultivos, sino también a los inmuebles y hasta a los automóviles.
Además, cuando manejamos un vehículo bajo la lluvia, sobre todo, bajo la lluvia torrencial de un huracán que también genera fuertes vientos, debemos tomar precauciones para que nuestro viaje sea seguro y que tanto los ocupantes como el vehículo lleguen a su destino sin mayores problemas.
Desde Sea Foam les ofrecemos algunos consejos imprescindibles para revisar el automóvil y manejar más seguros.
Antes de la lluvia
Lo primero que hay que cerciorarse es que los limpiadores del vehículo estén en buen estado, que el hule no esté roto de ningún lugar y que en su barrido realmente hagan una limpieza completa del agua sin dejar rastros o zonas no despejadas, ya que con esto nos aseguraremos de que nuestra visibilidad sea la mejor posible durante el manejo con lluvia. Si es necesario, debemos reemplazarlos por nuevos a la brevedad, incluso si es a la mitad de la temporada de lluvia, no hay que esperar hasta el siguiente año para hacerlo.
El segundo punto a revisar son las llantas; de acuerdo con la ley, se debe tener al menos un milímetro de dibujo en la llanta para poder circular, pero un milímetro es insuficiente para desalojar el agua si conducimos durante un aguacero. Si la llanta no puede desalojar el agua debajo de ella se formará una película entre la llanta y el asfalto que ocasionará el acuaplaneo, es decir, el auto patinará sin control por no lograr adherencia contra el asfalto, lo que puede ocasionar un accidente grave.
Es también muy importante verificar al menos una vez al mes que la presión de las llantas sea la correcta, ya que la lluvia ocasiona un mayor deterioro del asfalto en calles y carreteras y pueden generarse baches que durante la lluvia es muy difícil identificar pues se llenan de agua. Golpear un bache es muy malo para la rueda y la suspensión, pero si además la llanta no tiene la presión adecuada el golpe puede llegar fácil mente hasta el rin, pudiendo incluso echar a perder completamente el rin y la llanta en un momento muy inadecuado.
También se deben revisar las luces del auto, que todas las luces de posición, principal, freno, direccionales y de niebla funcionen correctamente, ya que esto hará que los demás conductores puedan ver nuestro vehículo durante el mal clima, incluso saber cuándo frenamos para tomar ellos las acciones correspondientes y evitar tener accidentes. Vale la pena señalar aquí que utilizar las luces de niebla durante la lluvia puede darnos mejor visibilidad, tanto del camino como para que nos vean otros vehículos, pero hay mucha gente que las prende cuando hay buen clima y esto es incorrecto, sobre todo la luz de niebla trasera es muy molesta para los conductores de atrás y si no hay necesidad no se debe utilizar, hay que respetar a los demás.
Bajo la lluvia
Durante el manejo hay que extremar precauciones. Primero que nada, desacelere. No se debe manejar a la misma velocidad con la que se maneja con buen clima pues la respuesta del frenado no será igual, hay mayores posibilidades de patinar o que a vehículos alrededor les suceda, ocasionando un accidente. Por esta razón, el tránsito con mal clima se vuelve mucho más lento de lo normal, no hay que desesperarse, al contrario, tomar precauciones para llegar a tiempo a donde vamos considerando el mayor tiempo.
Hay que tener mucho cuidado con los encharcamientos e inundaciones, cuando hay lluvias fuertes se pueden producir y esto puede ser peligroso para los vehículos. Atravesar un lugar en donde el agua rebasa los 30 cm de altura, incluso en camionetas, puede ser riesgoso, ya que si el agua llega a la altura de la entrada de aire al motor y este aspira el agua de inmediato se dañarán las válvulas y las bielas dejándolo inservible de inmediato, y esto difícilmente lo pagará el seguro porque el conductor no debió transitar por un lugar inundado. Por la misma razón, si estando detenidos en el tráfico el agua comienza a subir, hay que apagar el motor, aún si el auto queda sumergido, si el motor estaba apagado se seca, se limpia y se le pone aceite nuevo, y vuelve a funcionar sin problema.
Otro riesgo al cruzar charcos, es que no es posible ver si debajo del charco hay un bache profundo que puede provocar daños a las llantas, los rines, o si de plano podría abrirse un socavón justo en el momento en que pasa el automóvil, razón por la cual se recomienda evitar pasar sobre charcos grandes que impidan ver el estado de la calle debajo.
Por último, derivado del manejo a baja velocidad, el motor trabajará a mayor temperatura, lento y durante un mayor tiempo, por lo que es importante tener una buena lubricación de los diversos componentes. Por supuesto, además del mantenimiento necesario a tiempo, hay que verificar que el aceite se encuentre al nivel y en condiciones adecuadas, y aquí el Tratamiento Multiusos de Sea Foam puede ayudar a limpiar los conductos de residuos dañinos y depósitos que impidan el paso del aceite para lubricar correctamente. Para vehículos con más de 120,000 km se utiliza el Tratamiento Multiusos para Alto Kilometraje, ya que está formulado para motores con mayor desgaste.
También puede ser conveniente el uso del Trans Tune de Sea Foam, el cual se agrega al aceite de las transmisiones automáticas, disolviendo la goma y barniz que se forman en el fluido, lubricando el cuerpo de válvulas, actuadores y solenoides y controlando la humedad en el aceite. Con esto se obtendrá una mejor lubricación, un funcionamiento más suave y mayor durabilidad de la transmisión.
Ahora ya lo saben, la prevención de todo tipo es la mejor aliada al manejar durante la época de lluvias. Revisando adecuadamente el vehículo y manteniéndolo en buen estado podremos evitar contratiempos en días lluviosos y con el tráfico muy complicado.