Comienza la primavera en el hemisferio norte, y con ella llega la temporada de altas temperaturas y largos días que invitan a las actividades al aire libre, las actividades acuáticas y, por supuesto, a planear unas merecidas vacaciones. Pero, así como nosotros podemos sufrir por las altas temperaturas y debemos tener cuidado tanto de la exposición al sol y mantenernos adecuadamente hidratados, nuestros vehículos también pueden padecer diversos problemas por los inclementes rayos del sol, o por trabajar a altas temperaturas.
Seguir estos consejos ayudará a que tu auto resista mejor las inclemencias del tiempo:
1. Para aquellos vehículos que normalmente no tienen resguardo bajo techo y están expuestos al calor directo y rayos UV, es muy conveniente proteger la pintura de un desgaste prematuro por el sol, lo que provoca que la pintura se vea "quemada", sobre todo en los colores rojos y negros. Así que, de ser posible, antes del inicio de los calores fuertes, y luego de una buena lavada, es importante protegerlo con una capa de cera o teflón, que cuide la pintura.
2. Para todos los plásticos decorativos y las partes hechas de este material, existen productos y tratamientos que también se pueden utilizar y ayudan a proteger estos materiales, evitando su decoloración y agrietamiento por las temperaturas.
3. Es importante que el automóvil tenga un buen funcionamiento mecánico para evitar contratiempos generados por un funcionamiento a mayor temperatura. Lo primero será revisar que el sistema de enfriamiento tenga el nivel adecuado, que no tenga fugas y que el anticongelante esté en buenas condiciones. Este debe estar mezclado con agua en la proporción definida por el fabricante, pero tiene una caducidad, por lo que hay que revisarlo para ver su estado y reemplazarlo cada 2 o 3 años, tomando en cuenta tanto el kilometraje recorrido en su totalidad, como la cantidad de kilómetros que se realizaron en tráfico pesado en la ciudad y con altas temperaturas; de este cuidado depende el buen enfriamiento del motor en días de altas temperaturas.
4. Otro punto importante de revisión son las llantas, ya que el calor las afecta directamente no solo por estar en contacto con el asfalto, que puede llegar a temperaturas muy altas, sino porque si no están a la presión adecuada, con el rodamiento sube aún más su temperatura, lo que va afectando al hule y su estructura con el tiempo, lo que va en detrimento de su duración y agarre del camino. Es importante, pues, verificar constantemente que estén a la presión adecuada.
5. Por supuesto, no podemos dejar de lado el corazón de nuestro automóvil: el motor. Una buena lubricación a altas temperaturas es esencial, por lo que el aceite debe estar en buen estado, ya sea mineral o sintético, debe cambiarse conforme lo indica el fabricante para no tener problemas. Pero además puede ser bueno utilizar aditivos o tratamientos que no solo ayuden a mantener el aceite en buen estado, sino que mantengan limpio el motor, sobre todo en lugares reducidos en donde acumulación de sarro y residuos puede impedir una adecuada lubricación y causar mayor temperatura y desgaste del motor.
6. Otro sistema que puede padecer con las altas temperaturas es el de combustible, el tanque se encuentra normalmente por debajo del asiento trasero del vehículo y cerca del piso, por lo que recibe el calor del asfalto cuando se circula y la mayor temperatura ocasiona evaporación del combustible que, si bien no se sale del tanque, no se puede utilizar de esa manera, por lo que hay un menor rendimiento.
Los fabricantes indican que nunca debe haber menos de ¼ de tanque y esto es por varias razones, la evaporación es una, pero también la bomba de combustible va sumergida en el tanque y el combustible sirve de refrigerante; y, además, mientras menos combustible haya más fácil que la basura acumulada pudiera llegar a los conductos de salida tapando la rejilla y en el peor de los casos los pequeños conductos del combustible y hasta lo inyectores. Así que en época de calor esto se vuelve más importante, e incluso es recomendable, mantener siempre un mayor nivel en el tanque. Mientras más combustible haya menos evaporación habrá.
Auxiliares en el cuidado preventivo
Para los dos últimos puntos existen tratamientos para aceite y sistema de combustible como que ayudan a proteger el motor. El Tratamiento Multiusos de Sea Foam puede agregarse al aceite del motor, sin importar si este es mineral o sintético, y ayuda a mantener el motor libre de residuos dañinos, resinas y depósitos que puedan restringir el flujo del aceite, permitiendo una buena lubricación de todas las partes del motor.
Y si se agrega al tanque de combustible, no importa si es de gasolina o diésel, ayuda a estabilizar el combustible y mantiene limpios los ductos y los inyectores, lo que garantiza un flujo adecuado de combustible para una óptima respuesta del motor, y máximo rendimiento. También limpia las válvulas de admisión y los depósitos que hubiera en la cámara de combustión.
Para los vehículos con más de 120.000 km, puede utilizarse el Tratamiento Multiusos para Alto Kilometraje de Sea Foam, que opera exactamente de la misma manera, pero está formulado para motores con un mayor desgaste por su uso, por lo que previene no solo un desgaste excesivo, sino un buen funcionamiento del motor en todo tipo de ambientes.
En cuanto a la protección de los plásticos que mencionamos en el punto 2, Sea Foam también cuenta con Profundidadque es un lubricante a base de petróleo que penetra en las partes de plástico y partes metálicas pintadas, protegiéndolas de los rayos del sol y evitando que se agrieten y se decoloren, dándoles además una apariencia brillante. Este producto también evita la corrosión y lubrica metales, por lo que puede utilizarse para remover tuercas que se pegaron con el tiempo como en las ruedas de los autos, así como para una infinidad de aplicaciones caseras en bisagras, herramientas, chapas, etc.
Así que antes de iniciar la temporada de temperaturas más altas, es conveniente revisar estos puntos de nuestros vehículos y tomar las acciones preventivas necesarias para evitar no solo un desgaste importante por malos cuidados, o descomposturas que pudieron evitarse, sino que nos haga pasar un mal rato por fallas en momentos inoportunos a la mitad del camino.